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Puede que el título de este artículo te suene antiético, sin embargo, la creación de una contra campaña publicitaria o subvertising podría ser incluso más productiva y beneficiosa para la marca a quien va dirigida. ¿Quién no ha pensado alguna vez en hacerle una broma de mal gusto a la competencia? ¿Sabes cómo reconocer a un troll procedente de tu marca enemiga?

Les compartiré el caso de éxito de la contra campaña que favoreció a MTV España…

 

¿Cómo hacer que la gente haga algo, diciéndoles lo contrario?

Alguna vez escuchaste la canción “Amo a Laura“, esta fue muy conocida en el 2006, lo curioso es que no fue una simple y mera canción ya que fue el material audiovisual vital utilizado para el subvertising frente a la campaña publicitaria oficial “Saca tu lado MTV”.

Antes de continuar con esta divertida y creativa historia, te contaré brevemente de dónde proviene la práctica del subvertising o tergiversación publicitaria, o el término, como la mayoría lo conoce, “la vil contra campaña publicitaria”.

Subvertising o tergiversación publicitaria; de acuerdo al artículo de Manuel Prendes Cimadevilla, el subvertising es de origen inglés, el neologismo subvertising está formado por las palabras subvert, subvertir, y advertising, publicidad. También se conoce como adbusting —ad, anuncio y buster, destructor— o incluso como una modalidad del détournement francés.

En español se suele hablar generalmente de contrapublicidad o contra campaña publicitaria (subvertising), aunque también existen los términos tergiversación publicitaria y de anunciar —mezcla de denunciar con anunciar—.

¿Qué es el subvertising?

Una vez más apoyándonos en Manuel Prendes y su investigación. Podríamos decir que el subvertising consiste en la tergiversación de un elemento publicitario presente en el espacio público según una finalidad estética o política.

Por otro lado, subvertising o subvertir, se refiere a la práctica de hacer parodias de publicidades corporativas y políticas con el fin de hacer una declaración. Se basa en la recreación de una nueva imagen o en la alteración de la imagen existente.

Un subvertising o subvertisement también se puede referir como un meme hackeo y puede ser considerado como parte del hacking social o la cultura jamming.

Según AdBusters, una revista canadiense y un destacado defensor de la contracultura y la subversión, «un subvertising bien producido imita la apariencia del anuncio objetivo, promocionando la clásica ‘doble moral‘ cuando los espectadores se dan cuenta de que aquella publicidad es absurda o demasiada exagerada para ser real, por lo tanto, es considerada como un engaño. La subversión crea disonancia cognitiva. Atraviesa la exageración y la ostentación de nuestra realidad mediada y, momentáneamente, revela una verdad más profunda en su interior».

 

¿Te atreverías a practicar el subvertising frente a tu competencia?

La palabra subvertising es un acrónimo de las palabras subversión y publicidad. Por lo tanto, el objetivo principal del subvertising, más comúnmente referido como subvertidos, a menudo es sabotear campañas, corporaciones y otros objetivos.

Los puntos de vista liberales y radicales tienden a denominarla subversión al subvertising ya que una de las ideas detrás del concepto es incitar al cambio presentando imágenes fácilmente reconocibles y comprensibles que pueden ser impactantes e incluso perturbadoras en su franqueza. Sin embargo, algunas personas creen que los subversivos que recuerdan burlonamente símbolos corporativos o políticos simplemente están dando a esos símbolos una publicidad indebida.

Las personas en esta escuela de pensamiento liberal a menudo argumentan que los subversivos practicantes no tienen un propósito real, y que, al llevar a cabo el subvertising o la subversión publicitaria hacia adelante en la conciencia pública termina apoyando lo que estaba tratando de destruir.

Si la práctica del subvertising contra nuestra competencia favorece en vez de destruir, ¿Por qué no usarla contra nosotros mismos creativamente?

Para continuar con el relato de la exitosa contra campaña (Subvertising) que favoreció a MTV. La canción “Amo a Laura“ se extendió rápidamente por todo el mundo, incluido telediarios y periódicos la difundieron, lo que significó ofrecer publicidad sin tener que pagar, convirtiéndose en uno de los mejores ejemplos de marketing viral más rentables que existen (Wikipedia lo cita como primer ejemplo en este tipo de marketing).

Todos sabemos que la mejor publicidad es la que se transmite de boca a boca, y aplicar el subvertising como parte de esta estrategia publicitaria, ésta de lejos lo cumplio. Los resultados de la campaña fueron espectaculares, surgiendo incluso espontáneamente diferentes versiones del video por internet; más de millón y medio de descargas de este videoclip y MTV triplicó su cuota de pantalla convirtiéndose en líder entre las cadenas de contenido musical por encima de 40 TV o 40 Latino.

La  campaña fue ganadora del Premio Platino El Sol 2006 y Gran Premio Eficacia 2006. El subvertising te ayuda a llamar la atención del públicio, ese es el principal objetivo.

La contrapublicidad es cada vez más profesional

Lo habitual es que una contracampaña o contrapublicidad sea una crítica de la publicidad realizada mediante la alteración de los contenidos de sus mensajes. Se conoce con el nombre de «subvertising», resultado de la fusión de las palabras «subvert» (‘subvertir) y «advertising» (‘publicidad’). De este juego de palabras se entiende que la contrapublicidad consiste en trastornar, revolver y destruir la publicidad. La contrapublicidad se apodera de las técnicas publicitarias para invertir los significados de los mensajes comerciales.

No es raro encontrar subvertising o contracampañas más famosas que la propia campaña, pero no es lo habitual, ya que las contracampañas no suelen estar dotadas de los medios económicos de las campañas y se vuelven efímeras y normalmente anónimas.

La verdad es que la contrapublicidad cada vez es más profesional y goza de la ventaja de poder innovar sin temer a los posibles riesgos. Las nuevas ideas resultan atractivas para un mundo que necesita estar en constante renovación. Así, muchas campañas de las grandes marcas ya han introducido en sus mensajes las críticas que les lanzan desde la contrapublicidad (subvertising), es decir, que emplean el rechazo al marketing para vender productos.

 

Bibliografía:

https://www.orientadorweb.com/campana-y-contracampana-publicitaria/

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